Pasó de rastrear alienígenas a minar Bitcoin, pero lo perdió todo: "Viajo en transporte público"

Así como hay miles de historias de personas que se convirtieron en millonarios tras invertir en criptomonedas, también hay muchas a las que les sucedió lo contrario. Este es el caso de Antonio Andrés Henche, quien trabajaba en una misión de la NASA hasta que cayó en la tentación de comprar Bitcoins.

La historia de Antonio Henche es un claro ejemplo de los peligros de invertir en una moneda digital, no solo monetariamente, sino también en la vida personal. La mina de criptomonedas se convirtió en su adicción, lo que afectó a su relación con su familia y su trabajo.

Quién es Antonio Andrés Henche

En octubre de 2010, Henche trabajaba en una misión de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre de la NASA. Sin embargo, en sus ratos libres, comenzó a minar criptomonedas e hizo entre 4 y 5 bloques de Bitcoins en una sola noche. Realizó estos bloques durante varios meses y llegó a generar hasta 1000 Bitcoins, pero la máquina virtual Linux con la que los hacía le dio diversos problemas que generaron que perdiera el sistema de arranque del disco duro.

Además, su computadora se rompió durante un viaje y no tenía copia de seguridad, lo que generó que perdiera el acceso a sus criptomonedas. En un principio, él no le dio tanta importancia al asunto, pero en 2013 se enteró de que podía hacer el cambio de estas a euros, por lo que cuando vio cuánto dinero podría haber obtenido se desesperó, ya que el Bitcoin valía 60 dólares. Ahí fue cuando decidió intentar minar otra vez.

Henche se unió a un foro sobre la moneda digital llamado “Bitcointalk” bajo el seudónimo de “Antuam”. Poco a poco, se convirtió en alguien querido y respetado por la comunidad. Para volver a minar, gastó 1.400 euros que tenía ahorrados en máquinas especializadas, pero no fue tan fácil como había sido la primera vez, ya que las criptomonedas son volátiles.

Su vida después de invertir en Bitcoins

Durante el tiempo siguiente, Antonio Henche fracasó en la recuperación de su capital. Gastó más de 2.000 euros en otros equipos para minar y tuvo que renunciar a sus vacaciones. En medio de todo esto, su esposa estaba furiosa y preocupada, ya que creía que era un adicto. Cuando intentó darle una alegría e intentó cambiar los últimos Bitcoins que tenía para irse de viaje juntos, la empresa que realizaba la operación quebró y finalmente se quedó sin nada.

Después de lo sucedido, Henche no se desligó del mundo cripto del todo. Todavía tenía el respeto de muchas personas gracias a sus conocimientos y le pedían consejos sobre cómo invertir constantemente. De hecho, pensó en convertirse en asesor de criptomonedas en tiempo completo pero no hubo caso, lo que generó que no quisiera saber nada con ellas.

Finalmente, Antonio Henches consiguió trabajo en una empresa familiar llamada MCR Infoelectric. Con el sueldo que gana allí no puede permitirse nada y debe trabajar más de 9 horas diarias. “Voy y vengo en transporte público porque no puedo permitirme un coche”, afirmó en una entrevista para El Confidencial.